Está dando un giro más que interesante. Y no solo en lo que a tendencias y técnicas se refiere. Los conceptos detrás del mercado de la belleza han cambiado de forma radical en diferentes aspectos: con diversidad en los tonos de bases de maquillaje y correctores, o a través de una toma de conciencia respecto al medio ambiente, el mundo animal y, como consecuencia, en lo que refiere a la salud de la piel. En este sentido y bajo estas premisas está viviendo su auge en el último tiempo la cosmética clean. Charlé con Sebastián Lo Riggio, que es técnico Químico en Laboratorios Exel –la empresa que formula y desarrolla los productos de Guiv- para que nos cuente de qué se trata esta tendencia y cómo puede beneficiar a nuestra piel.
Como su nombre lo indica, la cosmética clean es una propuesta que se formula sin ingredientes que se consideran tóxicos para el pelo y la piel. Además es natural y cruelty free. Cuando decidí crear mi propia marca de productos para el cuidado de la piel, una de las principales razones para hacerlo fue que no encontré en nuestro mercado algo que cumpliera con esas características. Y la realidad es que este tipo de cosméticos tiene una serie de ventajas sobre el resto.
Entonces. ¿Por qué apostar por ella? Hay varias razones. Para comenzar, porque es libre de parabenos, siliconas y demás ingredientes nocivos. La piel absorbe hasta un 60% de lo que aplicamos sobre ella, y la mayoría son químicos tóxicos, que la irritan y, a largo plazo, son perjudiciales. Eso no es todo, estas sustancias pueden retrasar la cicatrización, ser corrosivas y obstruir los folículos pilosos, afectar al crecimiento del cabello y provocar irritación ocular y alergias cutáneas, además de sensibilidad.
“En ese sentido, acá hay que estar atentos a la letra chica. Aunque estos ingredientes prometen mejorar la textura de la dermis, hacen todo lo contrario: su efecto es de rebote y solo momentáneo. Por eso, la cosmética clean excluye categóricamente ingredientes controvertidos como parabenos, ftalatos, aceites minerales, parafina, colorantes, PEG, siliconas o BHA que pueden ser responsables de reacciones alérgicas en la piel, como enrojecimiento, inflamación, sequedad o tirantez”, aclara Lo Riggio.
Otro de los motivos para elegir el segmento clean es su seguridad comprobada para la piel. La cosmética clean apuesta por activos naturales y orgánicos que, al no estar modificados ni creados químicamente ya que se encuentran directamente en la naturaleza, hacen que la piel los tolere mejor. Además todos ellos se muestran en un etiquetado honesto con el porcentaje exacto en el que se encuentran en el cosmético en cuestión.
La cosmética clean es cruelty free. Los productos que forman parte de ella son completamente veganos, es decir, no contienen ningún ingrediente ni derivado animal y no están testados en ellos. El testado en animales no tiene sentido: no es aplicable en resultados a los seres humanos, que somos diferentes en metabolismo, fisiología y no reaccionamos igual a fármacos o químicos. Hoy existen alternativas reales y eficaces que sustituyan esta práctica.
Y porque es respetuosa con el medio ambiente. Además de respetar el mundo animal, también hace lo propio con el planeta. Sus frascos y embalajes están hechos con materiales reciclados o reciclables y sus diseños de fabricación y distribución están pensados para minimizar el impacto medioambiental, ahorrar energía y reducir la huella de carbono.